El propóleo, la miel y la cera contienen aceites esenciales, compuestos terpénicos, resinas y otras sustancias volátiles que le dan el olor típico a la colmena. Estas sustancias ejercen una acción beneficiosa sobre todo el sistema respiratorio.
Permite beneficiarse del zumbido de las abejas favoreciendo la relajación y la meditación, una acción relajante en armonía con la melodía de la naturaleza.